EUROPA
PRESS
2 junio
2024
¿Ayuno
intermitente y dieta con proteínas o restricción calórica para perder peso?
Nuevos datos
Un nuevo estudio realizado por varios
centros investigadores de Estados Unidos ha revelado que el ayuno intermitente
es prometedor para mejorar la salud intestinal y controlar el peso, mejor que
sólo la restricción calórica. Sus resultados, publicados en la revista 'Nature Communications', podrían ayudar a comprender mejor
la relación entre el microbioma intestinal y el metabolismo y mejorar las
estrategias de control de la obesidad.
Según este estudio, liderado por la Universidad Estatal de
Arizona, los participantes que siguieron un ayuno intermitente y un régimen de
ingesta de proteínas, que implica una ingesta de proteínas espaciada
uniformemente a lo largo del día, experimentaron una mejor salud intestinal,
pérdida de peso y respuestas metabólicas. Estos beneficios fueron notablemente
superiores a los observados con una simple restricción calórica.
Los investigadores compararon los efectos de dos
intervenciones dietéticas hipocalóricas: una dieta cardiosaludable de
restricción calórica continua (basada en las recomendaciones dietéticas del
USDA) y un régimen de restricción calórica que incorporaba el ayuno
intermitente y el control proteico.
El ensayo se realizó con 41 personas con sobrepeso u
obesidad durante un periodo de ocho semanas. Los individuos del grupo de ayuno
intermitente y control proteico mostraron una disminución de los síntomas de
problemas gastrointestinales y un aumento de la
diversidad de la microbiota intestinal en comparación con los del grupo de
restricción calórica.
El protocolo de ayuno intermitente aumentó los microbios
beneficiosos en el intestino que se han relacionado con un tipo de cuerpo
delgado y una mejor salud general. Además, aumentó los niveles de ciertas
proteínas (citoquinas) en la sangre asociadas con la pérdida de peso, así como
los subproductos de aminoácidos que promueven la quema de grasa.
"Dada la ubicación de la microbiota intestinal y su
interacción constante con el tracto gastrointestinal, en los últimos años hemos
ido adquiriendo un conocimiento más profundo de su papel fundamental en las
respuestas dietéticas", afirma Alex Mohr, del Centro de Biodiseño para la
Salud a través de los Microbiomas de la ASU y autor principal del estudio.
Mohr dirigió las investigaciones moleculares y sobre el
microbioma, evaluando la composición microbiana intestinal, las moléculas
inflamatorias llamadas citocinas, los AGCC (metabolitos derivados de la fibra
alimentaria, importantes para regular el equilibrio energético) y el metaboloma.
El microbioma intestinal ayuda a descomponer los alimentos,
producir vitaminas y favorecer la absorción de nutrientes. También interviene
en el desarrollo y funcionamiento del sistema inmunitario, protegiendo al
organismo de patógenos nocivos y regula intensamente el metabolismo, influyendo
en el peso corporal, el almacenamiento de grasa y la sensibilidad a la
insulina.
Se ha demostrado que la restricción calórica, el ayuno
intermitente (limitar el consumo de alimentos a determinados intervalos de
tiempo durante algunos días) y el ritmo proteico (ingesta controlada de
proteínas en comidas específicas) afectan al peso y la composición corporal,
pero hasta ahora no estaba claro el efecto de estas modificaciones dietéticas
en el microbioma intestinal.
"Un microbioma intestinal sano es esencial para la
salud en general, especialmente en el control de la obesidad y las enfermedades
metabólicas", explica Karen Sweazea, investigadora
principal de la ASU en este estudio financiado por Isagenix.
"Las bacterias intestinales influyen en cómo
almacenamos la grasa, equilibramos los niveles de glucosa y respondemos a las
hormonas que nos hacen sentir hambre o saciedad, prosigue. Las alteraciones en
la microbiota intestinal pueden conducir a un aumento de la inflamación,
resistencia a la insulina y aumento de peso, lo que subraya el papel crítico de
la salud intestinal en la prevención y gestión de los trastornos
metabólicos".
El ensayo
En el ensayo clínico participaron 27 mujeres y 14 hombres
con sobrepeso u obesidad. Se dividió a los participantes en dos grupos: uno que
siguió el régimen de ayuno intermitente y ritmo proteico, y otro que siguió una
dieta cardiosaludable y restringida en calorías. Durante ocho semanas se
controlaron los cambios en el peso, la composición corporal, la composición del
microbioma intestinal y las firmas metabolómicas plasmáticas de ambos grupos.
Los participantes que siguieron el ayuno intermitente y el
régimen de proteínas experimentaron una reducción significativa de los síntomas
intestinales y un aumento de las bacterias intestinales beneficiosas, en
particular de la familia 'Christensenellaceae'.
El estudio también descubrió que estos microbios están asociados
a una mejor oxidación de las grasas y a la salud metabólica. En cambio, el
grupo con restricción calórica mostró un aumento de metabolitos relacionados
con la longevidad.
A pesar de que ambos grupos tenían una ingesta energética
semanal media similar, el grupo de ayuno intermitente y marcapasos proteico
logró una mayor pérdida de peso y reducción de grasa, con una pérdida media del
8,81% de su peso corporal inicial durante el estudio. En comparación, los que
siguieron una dieta restringida en calorías perdieron una media del 5,4% de su
peso corporal.
Además, los participantes que siguieron el ayuno
intermitente y la dieta proteica experimentaron una reducción de la grasa
corporal total, incluida la grasa abdominal y la grasa abdominal profunda, y un
aumento del porcentaje de masa corporal magra.
Aunque es necesario seguir investigando, estos resultados
ofrecen una vía prometedora para crear intervenciones dietéticas eficaces
contra la obesidad y los trastornos metabólicos relacionados, subrayan los investigadores.
"Al identificar cambios en microbios específicos, vías
funcionales y metabolitos asociados, esta línea de trabajo es prometedora para
las estrategias de salud personalizadas, ya que podemos adaptar mejor los
regímenes nutricionales para mejorar la función intestinal y los resultados
metabólicos", concluye Mohr.